Cambio de Año, Cambio de Creencias

El año recién comienza, qué nos depara el 2025 no tengo la más minima idea, sólo tengo la certeza que la incertidumbre y el cambio lejos de ser una amenaza, son un infinito mundo de posibilidades en donde van  a suceder situaciones en las que sienta gratitud, gozo, alegría y en otras enojo, miedo, tristeza, dolor, pero ¿no se trata de eso la vida? De experimentarla y aprender de ella.  El regalo está escondido en lo que elegimos hacer con lo que nos sucede. 

Mi intención en los próximos 365 días es poner mi atención en todo aquello que puedo agradecer, puedo disfrutar, puedo aprender, puedo aceptar, puedo integrar, puedo recibir y puedo compartir desde el corazón. Lo más importante será seguir resignificando mi historia y abriendo mi mente y corazón al cambio, a lo nuevo.  El camino me ha enseñado que en un buscador o buscadora  espiritual es natural que luego de un tiempo, las estructuras que antes nos ayudaron a crecer, ahora pueden haberse transformado  en una prisión.   No te asustes es normal, y muy bueno, para nuestros procesos de cambio, evolución y expansión de consciencia.  Suelta el control y sé paciente, las pruebas no son para vernos caer, son para que descubramos nuestra resiliencia, no para lastimarnos, tampoco son un castigo, están preparandonos para nuestras bendiciones.    

Pasan por mi mente dos casos, el de la oruga y el pollito.  La oruga necesita del capullo para volverse mariposa. El capullo debe ser tan fuerte como para cuidarla de aquello en el exterior que pueda hacerle daño mientras ocurre su proceso de cambio, pero se tiene que poder romper desde adentro cuando el proceso haya terminado. Así le ocurre también a un pollito adentro del huevo. Si la cáscara se rompe antes de tiempo, el proceso dentro del huevo no llegará a transformarse en pollito.  

Lo mismo nos ocurre a nosotros y a nuestras creencias. Necesitamos que la creencia sea fuerte para que nos cuide del exterior. Sin embargo, pasado un tiempo es necesario que tomemos consciencia  que, apenas termine el proceso, romperemos la creencia desde adentro, para no morir asfixiados.  La vida nos presentará distintos aspectos y distintas maneras, en las que nacemos y morimos, para ampliar nuestra consciencia.  No caigas en la queja.  Sé paciente, mientras tanto aprende de lo vivido.  

Aprendí de uno de mis mentores una creencia que me ayuda cada vez que me enfrento a dar un paso nuevo: “Lo que estuvo bien ayer, no necesariamente es lo que necesito hoy. Lo que necesito hoy, no necesariamente es lo que necesitaré mañana. Y eso no quiere decir que ayer me equivoqué, o que me equivoco ahora, por no seguir con lo que ayer me hizo bien. Eso quiere decir que la nueva creencia es animarme a estar conmigo, en cada momento, y sentir lo que necesito ahora”.

El Universo entero, Dios, la Vida o como tu le llames, confía en cada uno de nosotros, pero si nosotros no nos animamos a confiar en nuestro corazón, nada de esa confianza universal podrá ingresar a nuestra vida.  ¡Ábrete al cambio!  

La propuesta de los expertos es que te des el tiempo para reaprender a ser tú.  Si eres muy impulsiva/o, date el tiempo para no responder enseguida y dejar que las cosas tomen su lugar.  Si eres muy retraído, respondé de inmediato, sin pensar.  ¡Sal de tu zona de confort!  Cuando nos animemos a integrar al cambio con amor, con la flexibilidad de reaprender en cada paso, ese será el momento exacto de transformar nuestra vida, será cuando lo extraordinario comience a manifestarse.

¿Tienes ya un propósito de Año Nuevo? ¿Estás dispuesto/a a transformarte desde dentro? ¿Cuál es esa pequeña acción que puedes emprender en este instante que te saque de tu zona cómoda o conocida y te acerque a eso que tanto anhelas? 

Te abrazo a la distancia bendiciendo tu vida, tu ser y tu quehacer.

Carolina Alcázar