Cuando renuncias a algo, muere algo y renace algo

Esto lo aprendí en una entrevista que le hice a Anita Aldana, cuando la escuché decir: “Cuando renuncias a algo, muere algo y renace algo”.  Comentó en esa misma entrevista que con la identidad pasa lo mismo, cambiamos la forma en que nos vestimos, la forma en que nos comportamos, con quién nos relacionamos, lo que escuchamos, lo que leemos, lo que comemos, etc.  Todo lo que solíamos ser, muere de cierta manera para dar paso a algo más fresco, más acorde a la nueva realidad en la que deseamos florecer.  Pasa por mi mente la importancia de recordar que nada en la vida es permanente, y que cada cambio surge como una oportunidad a renovarnos, que nos invita a conseguir nuevas metas, a mantenernos alerta observando todo lo que nos llega, en pocas palabras, son situaciones que llegan a nuestra vida para vivir el presente de forma más consciente. Los cambios implican también oportunidad, aprendizaje, movimiento, ilusión, esperanza y posibilidad de evolución y expansión de nuestra consciencia.

A principios de junio 2024, mi guía espiritual interno me indica que debo dar de baja el podcast Carolina la mujer de hoy, porque era necesario seguir avanzando.  Haciendo uso del recurso interno obediencia, traslado a mi equipo de trabajo la noticia, la cual fue bien recibida y para sorpresa nuestra empezaron a suceder situaciones que vendrían a confirmar que el cierre era lo que procedía hacer.  Fue así como el 25 de ese mismo mes, el estudio de grabación se inundó.  Ante tal evento, tuvimos que dejar de grabar, habíamos pensado extender las grabaciones hasta el mes de septiembre, pero la vida dijo no, es ahora en junio que hay que parar y lo hizo a través de la inundación. 

Empezaron de esa forma los trámites legales y comerciales para el cambio de nombre al podcast y las redes sociales.  Todo gracias a Dios ha ido fluyendo con armonía y gracia, no me puedo quejar.  También puedo reconocer que dejar ir algo tan valioso para mí como lo era CLMDH ha generado espacios en los que me he podido conocer y descubrir a un nivel más profundo.   Ese lugar seguro para acallar todo el ruido externo ha sido el espacio que dedico cada mañana al entrar a la sauna para llevar a cabo mis procesos de sanación. 

Nos ha tocado a los cuatro integrantes del equipo de Cuestionando Creencias aprender nuevas formas de producir, entrevistar y publicar.  No voy a negar que cualquier actividad que nos saca de la zona de confort provoca un poco de ansiedad, pero también esos movimientos nos están dando nuevas oportunidades de aprendizaje y nos está guiando hacía nuevos rumbos que nos llenan el corazón de ilusión y esperanza, y como solía decir mi papá, la ilusión de saber que: “El futuro nos aguarda”.  A lo que me gustaría agregar a la frase de él: Dejando el resultado en manos de Dios.  

Me encanta ver y reconocer como a mis 65 años el motor que me impulsa es la curiosidad y el deseo de seguir aprendiendo y compartiendo herramientas que faciliten nuestra forma de ser y estar en la vida, y como ello produce en mí muchísima alegría.   

Gracias por seguir siendo parte de mi Tribu de almas conscientes.

Carolina Alcázar